La posibilidad de habitar Marte ha cambiado radicalmente en los últimos años. Lo que antes era ciencia ficción empieza a convertirse en planes concretos, y la NASA sabe que construir viviendas en el planeta rojo será uno de los mayores retos. Pero la solución más prometedora no proviene de máquinas gigantes ni de estructuras enviadas desde la Tierra, sino de seres diminutos capaces de realizar una tarea extraordinaria: transformar el propio polvo marciano en un material sólido, resistente y apto para levantar refugios.
Este enfoque biotecnológico se basa en bacterias terrestres que, según investigaciones recientes, no solo pueden crear un tipo de “cemento vivo”, sino también resistir condiciones extremas como la radiación o la falta de humedad. Si estas ideas se consolidan, las futuras colonias humanas podrían edificarse a partir de materiales cultivados directamente en Marte.
El descubrimiento científico que está cambiando el plan de construcción marciano
Diversos estudios de la NASA, la ESA y universidades especializadas han revelado que dos bacterias destacan por su potencial para construir estructuras en Marte. La primera es Sporosarcina pasteurii, conocida por su capacidad de producir biocemento mediante un proceso llamado biomineralización. Esta bacteria convierte minerales presentes en el entorno en compuestos sólidos, algo que ya se ha demostrado en la Tierra para fabricar ladrillos ecológicos. Si ese mismo proceso se replica con el regolito marciano, sería posible obtener bloques de construcción sin necesidad de maquinaria pesada.
La segunda bacteria protagonista es Deinococcus radiodurans, famosa por su extraordinaria resistencia a niveles extremos de radiación, desecación y frío. En Marte, podría desempeñar un papel clave como una especie de capa protectora biológica para estructuras expuestas, mejorando su durabilidad y aislamiento. Su robustez la convierte en una candidata para tecnologías de terraformación microbiana a pequeña escala.
Cómo funcionaría la creación de “cemento vivo” directamente en Marte
La idea de una fábrica de biocemento en Marte no implicaría grandes instalaciones industriales, sino bioreactores que cultiven bacterias capaces de solidificar el polvo local. El proceso es sorprendentemente simple: se mezcla el regolito marciano con las bacterias y una fuente mínima de humedad o nutrientes, y en cuestión de horas o días se forma un material endurecido similar a un ladrillo.
Este enfoque tiene una gran ventaja: consume muy poca energía. A diferencia del concreto tradicional que requiere hornos o grandes cantidades de agua —recursos escasos o costosos en Marte—, las bacterias producen el material a temperatura ambiente y sin generar residuos tóxicos. El regolito marciano ya contiene los minerales necesarios para que la biomineralización funcione, por lo que sería posible establecer una producción local sin depender de transportes desde la Tierra.

Por qué la NASA prefiere construir con bacterias y no enviar materiales desde la Tierra
Enviar un solo kilo de carga a Marte puede costar decenas de miles de dólares. Llevar materiales suficientes para construir viviendas completas sería económicamente inviable y logísticamente arriesgado. Por eso la NASA apuesta por soluciones que permitan a los futuros colonos ser autosuficientes desde el primer día.
Las bacterias son livianas, fáciles de transportar y capaces de reproducirse. Un pequeño contenedor con cultivos bacterianos podría expandirse para producir toneladas de material sólido utilizando únicamente polvo marciano. Este enfoque reduce costos, elimina la dependencia de envíos constantes y hace más realista la idea de establecer una colonia permanente.
Además, la biotecnología ofrece una flexibilidad que otros métodos no tienen. Las bacterias pueden modificarse para mejorar su resistencia, eficiencia o funciones adicionales, como protección contra radiación o reparación automática de grietas, lo que abre un abanico de posibilidades prácticamente ilimitadas.
Experimentos paralelos que respaldan esta visión del futuro
La idea de usar microbios para facilitar la vida extraterrestre no es nueva. Programas como BioRock de la Agencia Espacial Europea han demostrado que ciertas bacterias pueden extraer minerales en entornos similares a Marte. Otros proyectos, como MARS DUNE ALPHA, han simulado la vida en hábitats construidos con estructuras impresas en 3D. Incluso algunos laboratorios ya han probado la creación de ladrillos usando regolito lunar y marciano sin necesidad de agua.
Todos estos experimentos apuntan en la misma dirección: el futuro de la colonización espacial no dependerá únicamente de ingeniería mecánica, sino de biotecnología avanzada capaz de transformar recursos locales en infraestructura segura.

Los retos reales: ética, bioseguridad y sobrevivencia en un ambiente hostil
Aunque la idea es prometedora, existen desafíos importantes. Uno de los principales es evitar la contaminación biológica de Marte. Antes de introducir bacterias terrestres, es necesario asegurarse de que no exista vida marciana que pueda verse afectada. Las normas internacionales sobre protección planetaria son estrictas y se deberán reforzar aún más si la construcción biológica avanza.
Otro reto es la supervivencia de las propias bacterias. Marte es extremadamente frío, posee una atmósfera casi inexistente y está expuesto a un nivel de radiación que destruiría la mayoría de los organismos terrestres. Solo ciertas especies extremófilas podrían funcionar allí, y aun así sería necesario diseñar sistemas de contención y control muy precisos.
Finalmente, las agencias espaciales deberán crear regulaciones claras sobre el uso de organismos modificados genéticamente en otros planetas, una discusión que apenas comienza.
¿Cuándo podría comenzar la construcción bacteriana en Marte?
Los planes más optimistas de la NASA sugieren que durante la década de 2030 se realizarán pruebas avanzadas en simuladores terrestres, perfeccionando el uso de biocemento y diseñando bioreactores escalables. Entre 2035 y 2040 se espera llevar experimentos similares a la Luna, considerada el laboratorio ideal para probar tecnologías de construcción extraterrestre. Si estos avances tienen éxito, entre 2040 y 2050 podrían levantarse las primeras estructuras creadas parcialmente por bacterias en Marte, como refugios de emergencia o módulos pequeños para investigación.

Conclusión
La tecnología que algún día permitirá a los humanos vivir en Marte quizá no dependerá de grandes fábricas ni de complejos sistemas robóticos. Podría surgir de organismos microscópicos capaces de convertir polvo en piedra, creando hogares donde hoy solo hay desierto y radiación.
Las bacterias ofrecen un camino hacia una colonización más sostenible, económica y realista. Si la NASA y otras agencias continúan avanzando en esta línea, los primeros cimientos de nuestra futura vida en Marte no serán obra humana, sino microbiana.
El futuro de la exploración espacial está más vivo —y más pequeño— de lo que imaginábamos.
Mira uno de nuestro artículos más recientes: El eclipse solar más largo de la historia. https://miramultimedia.com/el-eclipse-solar-mas-largo-de-la-historia/
Fuentes
Xataka. (2025, diciembre 4). Nuestra obsesión por terraformar Marte: hemos encontrado dos bacterias; una crea cemento y otra protege. https://www.xataka.com/materiales/nuestra-obsesion-terraformar-marte-hemos-encontrado-dos-bacterias-crea-cemento-otra-protege
Infobae. (2025, diciembre 7). Cómo es el plan de la NASA para construir casas en Marte usando bacterias terrestres. https://www.infobae.com/america/ciencia-america/2025/12/07/como-es-el-plan-de-la-nasa-para-construir-casas-en-marte-usando-bacterias-terrestres/
Reporte Índigo. (2025, diciembre 4). Descubren dos bacterias que transformarían polvo de Marte en materiales de construcción. https://www.reporteindigo.com/cienciaytecnologia/descubren-dos-bacterias-que-transformarian-polvo-de-marte-en-materiales-de-construccion-20251204-0028.html
NASA. (2023). Bioregenerative Life Support Systems: MELiSSA Program Overview. NASA Technical Reports. https://www.nasa.gov
European Space Agency. (2020). BioRock: Microorganisms in Space Mining Experiments. ESA. https://www.esa.int
NASA. (2021). 3D-Printed Habitat Challenge: Advancing Construction Technologies for Lunar and Martian Habitats. https://www.nasa.gov
University of Colorado Boulder. (2022). Biomineralization Studies for Extraterrestrial Construction. Department of Bioengineering Publications. https://www.colorado.edu
NASA. (2023). Mars Dune Alpha: Simulated Habitat for Long-Term Mars Missions. Johnson Space Center Publications. https://www.nasa.gov