
Introducción
La variante NB.1.8.1 del SARS-CoV-2, detectada por primera vez en enero de 2025, ha llamado la atención de la Organización Mundial de la Salud (OMS) debido a su rápida expansión en más de 22 países en menos de seis meses. Aunque por el momento se clasifica como “variante bajo monitoreo” y el riesgo general se considera bajo, las crecientes tasas de positividad y hospitalizaciones plantean interrogantes sobre su transmisibilidad y la efectividad de las vacunas actuales. En este artículo resolveremos: ¿cómo y dónde surgió NB.1.8.1? ¿Qué mutaciones la distinguen de variantes anteriores? ¿Cuáles son los síntomas reportados? ¿Qué dicen la OMS, los CDC y expertos virólogos? Y, sobre todo, ¿qué medidas preventivas conviene adoptar?
1. Contexto General del COVID-19
1.1 Breve repaso de las variantes anteriores
Desde el inicio de la pandemia en 2019 hasta mediados de 2024, el SARS-CoV-2 ha presentado sucesivas oleadas de variantes: Alfa (B.1.1.7), Beta (B.1.351), Gamma (P.1), Delta (B.1.617.2) y Ómicron (B.1.1.529) con múltiples sublinajes (BA.1, BA.2, BA.4, BA.5, XBB, entre otros). Cada una de estas variantes mostró mayor transmisibilidad o cierto grado de evasión inmunitaria frente a infecciones previas o vacunas. Ómicron, por ejemplo, provocó un pico masivo de contagios a finales de 2021 debido a su capacidad de infectar células respiratorias con mayor eficiencia, aunque sus cuadros clínicos tendían a ser menos severos en población vacunada.
1.2 Importancia de monitorear mutaciones
Vigilar las mutaciones del SARS-CoV-2 es esencial para anticipar cambios en transmisibilidad, gravedad clínica y eficacia de las vacunas o tratamientos antivirales. Cada mutación en la proteína Spike —la puerta de entrada del virus a las células— puede modificar la afinidad al receptor ACE2 humano o disminuir el efecto neutralizante de anticuerpos. De ese modo, detectar precozmente nuevas variantes permite ajustar campañas de vacunación, diseñar test diagnósticos más sensibles y emitir recomendaciones sanitarias oportunas.
2. Descripción de la Nueva Variante NB.1.8.1
2.1 ¿Cómo y dónde se detectó?
La variante NB.1.8.1 fue identificada por primera vez el 22 de enero de 2025 en muestras procedentes de laboratorios de China, Egipto y Tailandia. Perteneciente a la familia Omicrón, surgió a partir de un linaje recombinante denominado XDV.1.5.1. A finales de mayo, se confirmó su presencia en al menos 22 países, incluidos Estados Unidos, India, Emiratos Árabes Unidos y varias naciones de Europa y el Pacífico Occidental.
2.2 Características genéticas y clínico-epidemiológicas
NB.1.8.1 presenta múltiples mutaciones en la proteína Spike, entre las cuales destacan cambios en los sitios de unión al receptor ACE2 y en regiones asociadas a la evasión inmune. Estudios preliminares indican que posee una transmisibilidad 10–15 % mayor que la subvariante Omicrón BA.5. Además, aunque los datos clínicos sugieren que la gravedad de los síntomas no difiere sustancialmente de Ómicron, se han reportado incrementos moderados en hospitalizaciones en algunos brotes regionales. Sus síntomas más comunes coinciden con los de variantes previas: fiebre, tos, dolor de garganta, congestión nasal, fatiga y cefalea. Algunos pacientes también experimentan pérdida del gusto u olfato, mialgias, náuseas y diarrea en los primeros días de enfermedad.
2.3 Nombre o denominación provisional
Hasta el momento, la OMS utiliza la denominación provisional “NB.1.8.1” para referirse a esta variante, sin haber asignado aún un nombre oficial en griego. Se clasifica como “variante bajo monitoreo” (Variant Under Monitoring, VUM) en el informe TAG-VE (Technical Advisory Group on Virus Evolution) publicado el 23 de mayo de 2025. Este comité revisa de manera continua la información genómica, epidemiológica y clínica para decidir si la variante debe ascender a “variante de interés” (VOI) o “variante de preocupación” (VOC).
3. Reacción de Expertos y Organismos de Salud
3.1 Declaraciones de la OMS, CDC y entidades locales
- OMS: En su informe del 23 de mayo de 2025, el Grupo TAG-VE concluyó que NB.1.8.1 “por ahora representa un riesgo bajo para la salud pública global”, aunque recomendó reforzar la vigilancia genómica y epidemiológica. Señaló que no hay evidencia de que cause cuadros más graves que otras cepas de Ómicron y que las vacunas aprobadas “deben seguir siendo eficaces contra esta variante” en los próximos meses.+
- CDC (Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades, EE. UU.): Detectaron casos aislados en los aeropuertos de California, Nueva York y Florida durante febrero–abril de 2025. Emitieron un boletín en el que advierten que, aunque “la mayoría de las personas no presentarán formas graves”, se han observado aumentos localizados de hospitalizaciones en grupos vulnerables (mayores de 65 años y con comorbilidades).
- Entidades locales: Países como India y Tailandia han iniciado estudios de neutralización en laboratorios de referencia para evaluar si los anticuerpos generados por vacunas mRNA y vectores virales mantienen la misma eficacia. Hasta ahora, los resultados señalan que la reducción en neutralización es “moderada” y no justificarían, por el momento, una reformulación inmediata de las vacunas.
3.2 Opiniones de investigadores y virólogos
- Dra. Lara Herrero (Univ. Griffith, Australia): “NB.1.8.1 posee mutaciones en sitios que podrían mejorar la adhesión a células respiratorias, pero aún no hay datos suficientes para afirmar que sea más virulenta. Lo preocupante es su rápida expansión: pasar del 2,5 % al 11 % de secuencias globales en un mes indica ventaja competitiva frente a otras subvariantes de Ómicron.”
- Dr. Ahmed El-Sadek (King’s College London): En un artículo de junio de 2025, señala que “la rama recombinante XDV.1.5.1 de la cual deriva NB.1.8.1 sugiere un mecanismo de cambio constante; esto podría desencadenar nuevas subvariantes en otoño, dependiendo de la presión inmunitaria en la población.”

4. Impacto Potencial y Medidas Recomendadas
4.1 Riesgos para la población general
Aunque la OMS califica el riesgo como bajo, existen zonas donde NB.1.8.1 ha alcanzado una tasa de positividad del 11 % en muestras secuenciadas (SMVGI, 11 mayo 2025). Esta cifra, elevada para ser un mismo linaje en fase inicial, implica que en comunidades con baja cobertura de refuerzo vacunal o con altos índices de comorbilidades (diabetes, obesidad, inmunosupresión) podría verse un ligero repunte en hospitalizaciones. Sin embargo, no se han reportado hasta ahora aumentos significativos de cuadros críticos ni muertes comparables a olas anteriores.
4.2 Efectividad de vacunas y tratamientos
– Vacunas mRNA (Pfizer, Moderna): Estudios preliminares de neutralización in vitro muestran que, aunque hay una reducción de 20–30 % en títulos de anticuerpos neutralizantes frente a NB.1.8.1 con respecto a BA.5, los niveles siguen siendo protectores contra enfermedad grave. Por ello, no se recomienda, por el momento, reformulación de las dosis de refuerzo.
– Vacunas vectorizadas (AstraZeneca, J&J): La respuesta de anticuerpos es algo menor en comparación con mRNA; sin embargo, los datos de T cell indican que la protección contra síntomas graves se mantiene.
– Antivirales (Paxlovid, remdesivir, molnupiravir): Ensayos clínicos en curso no muestran disminución relevante en efectividad. Se recomienda iniciar tratamiento en los primeros días de síntomas, especialmente en pacientes de alto riesgo (mayores de 60 años, enfermedades crónicas).
– Monoclonales: Algunos anticuerpos monoclonales diseñados para pre-Ómicron han perdido eficacia; sin embargo, las formulaciones actualizadas (dirigidas a subvariantes de Ómicron) parecen neutralizar adecuadamente NB.1.8.1.
4.3 Medidas preventivas y recomendaciones oficiales
- Vacunación y refuerzo: Mantener al día la pauta primaria y los refuerzos (tercera o cuarta dosis) según pautas locales.
- Uso de mascarillas en interiores: Especialmente en espacios con alta afluencia o mala ventilación.
- Ventilación de espacios cerrados: Abrir ventanas al menos 10–15 min varias veces al día.
- Distanciamiento social: En reuniones de alto riesgo (mayores, comorbilidades).
- Pruebas diagnósticas: Si aparecen síntomas leves (tos, fiebre, congestión nasal), realizar prueba de antígeno en casa o PCR para confirmar lo antes posible.
- Cuarentena y aislamiento: 5–7 días de aislamiento en caso de resultado positivo; uso de mascarilla durante 3 días adicionales tras el aislamiento.
- Vigilancia epidemiológica: Seguimiento de casos en comunidades con brotes, y reporte inmediato a autoridades de salud.

5. Preguntas Frecuentes (FAQ)
- ¿La variante NB.1.8.1 evade la inmunidad de la vacuna?
Hasta ahora, los estudios preliminares indican una reducción moderada en títulos de anticuerpos neutralizantes (20–30 %), pero las vacunas continúan protegiendo contra enfermedad grave gracias a la respuesta de linfocitos T y memoria inmunológica. - ¿En qué se diferencia NB.1.8.1 de otras subvariantes de Ómicron?
Su perfil mutacional en la proteína Spike incluye combinaciones que mejoran la afinidad al receptor ACE2 y cierta evasión inmune. Se propaga más rápido que BA.5, pero no causa síntomas más severos. - ¿Qué tan rápido se está propagando NB.1.8.1?
Pasó del 2,5 % al 11 % de las secuencias globales en solo un mes (mayo 2025), alcanzando a 73 países con una tasa de positividad del 11 % en muestras analizadas. - ¿Debo cambiar mis hábitos de prevención?
Las medidas básicas siguen siendo iguales: vacunación, uso de mascarilla en espacios cerrados, ventilación, test rápido en caso de síntomas y aislamiento. No se recomienda un cambio radical a menos que surjan datos que indiquen mayor gravedad o falla vacunal.
Conclusión
La variante NB.1.8.1 ha demostrado una capacidad de propagarse rápidamente en diferentes regiones del mundo desde su detección en enero de 2025. A pesar de que organizaciones como la OMS y los CDC califican su riesgo como “bajo”, su porcentaje de positividad creciente (11 % en 73 países) exige vigilancia continua. Las vacunas actuales, especialmente las de tecnología mRNA, continúan ofreciendo protección sólida contra enfermedad grave, aunque es posible que se observe una ligera disminución en títulos de anticuerpos neutralizantes. Por ello, mantenerse al día con los refuerzos, usar mascarilla en interiores, ventilar espacios y realizar pruebas ante síntomas son acciones clave para mitigar contagios.
Fuentes
Qué es la NB.1.8.1: la nueva variante del COVID-19 que causa gran alerta social, Cadena Dial (3 junio 2025).
La OMS, en alerta por una nueva variante de la COVID que ha disparado los casos: estos son los síntomas, AS.com (2 junio 2025).
La OMS advierte sobre una nueva variante del COVID, NB.1.8.1, Redacción HuffPost (2 junio 2025).
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